miércoles, 10 de junio de 2009

Declaración, el intento...

Que suave y frió se sienten tus brazos,
Eres tan buena pretendiendo evitarme,
Mis deseos, no los conozco,
Y me conformo con el fluir de los días…

No sé que me inspira de ti,
Si lo conociera lo borrara,
Nunca le doy tanta importancia,
Me eras indiferente, ya no tanto.

Estas ideas solo soy yo esparcido,
Cada oración te llama a ti,
Para unirte, con cuerdas,
Entrelazarte, lo repito mil veces más,

-¡Deja que tus ojos vean, y siénteme con tus oídos!-

Se me revuelven estos pensamientos,
Ya no me toques que me encapricho,
Tu sola presencia me llena,
No quiero más, -Eso, no lo sé-, te repetiré.

Quiero ahorrar palabras,
Pero mi boca no consigue como llegar a ti,
O ¿será que ya lo hizo?
-Eso, no lo sé-

Ahora vuelvo hacer el titiritero,
Manipulo los días y las horas,
Te aceleras, te da miedo,
No me entiendes, -yo lo sé…-

Maldita intuición, yo te culpo de mis martirios.
Alguien me dijo una vez;
-Raros son los días que te ataca el deseo-
Sólo para confundirme más…

Estoy enamorado de las letras,
Esas que hoy te dedico,
Y con ningún fin,
Sólo el de inspirarme pasión…

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