miércoles, 10 de junio de 2009

Odio a sí mismo...

Viendo las situaciones pasar,
Detrás de un vidrio, de una prisión,
Y me marchito…
¿Cómo no morir en el intento?

Sobre medicado, excesos de emociones,
Ennegrecido por las mentiras de cada loquero,
Yo no estoy tan mal, yo lo sé,
No ven que me están matando peor…

Siento que me sueños solo son ínfulas de otra realidad,
Sólo son productos de mi imaginación drogada,
Malditos los días porque no se contemplarlos,
Y me encuentro en el camino a idiotas…

Mi destino ha sido violado una y otra vez,
Pero esta vez tengo mis pastillas,
Para estar cuerdo, para mantenerme sano,
Y no seguir el viejo camino.

Como quisiera revivir esos momentos de ebriedad,
Donde daba vueltas,
No era nadie, y nadie me importaba ser.
Pero igual, ¿a quien le ha importado?

Si se dieran cuenta, me hundo más,
Y ya no hay drogas que tomar,
Ya no existen ganas para nada,
Solo para continuar la inercia…

Escribiré más poesía, esa que he odiado
Toda mi vida.
En cada línea describo mi martirio,
-¡Ya no quiero más!- les grito a todos.
¡Ayúdenme!, no ven que aun no he muerto,

¡Hey!, no lo ven,
Yo sólo no sé,
Como llegaré,
¡Envidia, envidia, maldita envidia, ¿pero a que?
¿a este ser violado?


Ellos me dispararon porque quisieron,
Y yo indefenso,
Escondido en un caparazón de agonía,
Me odio por escribir esto…

3 comentarios:

  1. "Como quisiera revivir esos momentos de ebriedad, Donde daba vueltas, No era nadie, y nadie me importaba ser. Pero igual, ¿a quien le ha importado?"

    Demasiado Bueno jeh ^^

    ResponderEliminar